TALLER DE HISTORIA

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VILLAFRANCA Y EL AGUA 1

 

 

 
                El villafranquero ha pensado siempre en solventar la necesidad de agua con el pozo de su casa para el uso doméstico y con la adquisición de agua potable proveniente de fuentes de otros términos vecinos. El aguador con su mulo cargado de cántaros es una imagen desaparecida pero no muy antigua. Villafranca nunca ha tenido agua de gran calidad, la ha buscado en pozos de pueblos vecinos como Camuñas y Herencia y ha utilizado los pozos domésticos para casi todo: su aseo, saciar su ganado y riego de sus huertas.
El regadío de Villafranca formó un cinturón de huertas próximas con pozos y norias de alcahúces movidas por mulos. Estas huertas suponen un respiro en la economía doméstica por su aportación de alimentos y piensos en verano. También se cultivaron cebada de riego y barrilla en tierras de regadío.
Hablamos de los siglos XVI, XVII, XVIII y principios del XIX. El agua subterránea ha supuesto un recurso seguro y bien utilizado. No hay constancia de la bajada del nivel freático, bien es verdad que si se hubiese dado, Villafranca hubiera dejado de existir por el carácter vital de este recurso.
Ya en en 1565, se escribió esto de Villafranca:
A los veinte y tres capítulos dijeron que esta villa no es abundosa de agua porque no hay ningunas fuentes y el proveimiento de agua que tienen es de pozos, que tienen en la dicha villa (…)[1]
En 1675 hay constancia en el archivo del Ayuntamiento de Villafranca de la compra por parte del concejo de la mitad de los pozos de Navarro situados en el término de Alcázar cerca del límite con Villafranca. Estos pozos suponían una reserva segura de agua de consumo humano para Villafranca.
Digo yo Doña Ana Antonia Saavedra y Román, vecina natural de Alcázar y viuda de Don Diego Saavedra Quintanilla, (…) que vendo y robro[2] por juro de heredad, desde luego para siempre jamás al Concejo Justicia y Regimiento de la villa de Villafranca que de presente son y adelante fueran dos fanegas de tierra de la medida de a cien varas a un lado y otro del pozo navarro y del camino de Quero que va al puente de Villafranca y el río de Gigüela y la mitad del dicho pozo navarro que todo está en término y jurisdicción de esta villa de Alcázar (…)
Ahora nos cuesta imaginar un pueblo sin grifos, sin una fuente pública donde acudir con los cántaros a por el preciado líquido. El 26 de noviembre de 1776, Bernardo Rodríguez Maroto, alcalde ordinario del estado llano se encontraba en Madrid para comparecer en el Consejo de Castilla y hacer todos los trámites necesarios para pedir la financiación de una fuente pública
(…) es público y notorio la suma falta que hace en esta dicha villa, la conducción de una fuente para el abasto de sus vecinos por serlo igualmente los excesivos gastos que se le ocasionan, con especialidad en la primavera y estío donde se hallan precisados a buscarla fuera de los territorios de esta jurisdicción y para cuyo remedio y obtener la licencia correspondiente para su construcción del Real y Supremo Consejo de Castilla, acudió con representación dicho Prior Síndico General y Personero, sin que hasta de presente se haya verificado su logro y para que le tenga según y como lo pide la necesidad de estos vecinos, que es pública y notoria al surtido de competentes aguas que le releven de los ejercidos gastos que por su defecto, se le siguen (…)[3]
Ignoramos si las gestiones del esforzado Bernardo Rodríguez Maroto tuvieron éxito. Lo que queda claro es que en la segunda mitad del XVIII, Villafranca era pública y reconocida la necesidad de abastecimiento de agua de cierta calidad. No parece que se solucionase el problema, en 1850, el Diccionario Geográfico Histórico de España y sus posesiones de ultramar de Pascual Madoz dice de Villafranca que
      Se surte de aguas potables en los pozos que tiene la villa de Camuñas dentro de sus calles, que dista 1 ½ legua, y en algunas temporadas en dicho pozo del término de Alcázar, bastante escaso (…)[4]
Más adelante llegarán otros manantiales y más agua pública, pero éste es otro capítulo.
El agua y Villafranca siempre han tenido una relación bipolar de amor odio, escasa y deseada en el consumo diario, mansa y fiel en sus huertas; agradable en verano en sus lagunas, añorada en los años de sequía; destructiva en las avenidas del Amarguillo dormido y muchas veces olvidado de finales de verano, pero recurrente en sus sustos y desgracias.
Agua de consumo doméstico, de riego, del río Gigüela que mueve molinos, de las lagunas que aporta pesca, carrizo y baños, de las lluvias de invierno y primavera, siempre benéficas, de las avenidas. Hablaremos de ellas con calma en el Taller de Historia y en esta su ventana.
Félix Patiño Galán

 


 

[1] Relaciones de Felipe II. 1º Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial. J.1.14.
[2] Robrar: Hacer escritura.
[3] Archivo Histórico Provincial de Toledo (AHPT). Protocolos notariales 23199_013 – 014.
[4] DICCIONARIO GEOGRÁFICO ESTADÍSTICO HISTÓRICO DE ESPAÑA Y SUS POSESIONES DE ULTRAMAR. Por PASCUAL MADOZ. Tomo XVI. Madrid 1850. Página 142.
 
 
 
 

VILLAFRANCA Y EL AGUA 2


Una de las características esenciales (no la única) de Villafranca es la compañía de sus lagunas. Éstas han marcado sus costumbres y su economía durante siglos, un villafranquero ha conocido desde niño los beneficios de los cienos de sus fondos, ha saboreado los guisos a base de tencas laguneras y se ha mojado en sus cálidas aguas.
                Si pretendemos analizar la influencia de las lagunas en nuestra historia particular, hemos de aplicar una máxima ya aprendida en nuestro Taller de Historia: Sólo podemos afirmar lo que está demostrado a través de las fuentes históricas. Así pues, vamos a dar un repaso a lo que se ha escrito sobre nuestras lagunas en el pasado.
        

       Comenzamos en los juzgados, el profesor Javier Avilés Villarejo señaló una sentencia ejecutoria de la Chancillería de Granada, sobre un pleito iniciado en 1554, en la que se reconoce al Concejo de Villafranca el derecho a llenar sus lagunas con las aguas del río Gigüela[1]. Ya tenemos constancia de su existencia y de su importancia para el Ayuntamiento, preocupado de que no se sequen.
               
Un documento que ya hemos citado en otros artículos y que recuperamos en el Taller, las Relaciones de Felipe II de 1575 referidas a Villafranca, dice:
(…) y que en los términos de ella hay dos lagunas de agua salobre las cuales cogen agua de que el río dicho de Xigüela corre, (…)[2]
Hay una nueva referencia en el Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752, en la respuesta número 23 del interrogatorio al Concejo:
Ítem es propio dos lagunas que en ella se cría un género de pescado que nombran tencas, las que anualmente se arriendan y producen por un quinquenio dos mil reales. Previniéndose se secan en algunos años por no ser el agua que tienen maniantal y para echarles se saca del Río que nombran Gigüela.[3]
                               
En 1769, el alférez de la Real Brigada de Carabineros, Domingo de Aguirre, escribió una descripción completa del Gran Priorato, en la que se refiere a las lagunas de Villafranca como sigue:
Tiene tres lagunas a distancia de un cuarto de legua por el camino de Quero. Las dos mayores de agua dulce con un caz y una compuerta que viene desde el río Xigüela a distancia de un cuarto de legua y comunica el agua a las dos lagunas que las divide una calzada cuando les conviene en tiempo de las corrientes del Río, y son abundantes en pesca, y aves que acuden a ellas. La otra es más pequeña y lleva sal.[4]
 
También en el siglo XVIII, el cardenal Lorenzana, proporcionó un documento único a los historiadores cuando pasó un cuestionario a sus párrocos en la archidiócesis de Toledo. El prior párroco de Villafranca, a la sazón frey don Alfonso Luján y Cañizares se empeñó en hacer una completa descripción de Villafranca. En cuanto a sus lagunas dice:
Un cuarto de legua de esta villa y propio de ella, entre el N y el O, hay dos lagunas que sólo las divide una cespedera con algunas bocas por donde se comunica el agua de una a otra. Se llenan de las vertientes de los cerros que las circundan y sobrantes de Gigüela y si no son bastantes, hay privilegio para echarles todo el río 48 horas. Para este caso hay un caz del río a la laguna de más de ¼ de legua de largo y en él tienen una compuerta a modo de celosía y en disposición que entren las aguas y no pase ninguna pesca. A un lado y otro es Dehesa boyal y carricera, cuyo ámbito será de una legua y la tierra de superior calidad para álamos y otros árboles y toda especie de frutos, de manera que todo su terreno y disposición convida para formar un sitio útil y delicioso.
                Estas dos lagunas crían mucho y crecido carrizo y en tal disposición que la naturaleza lo puso todo alrededor para que le sirviese de muralla y sólo tienen tres sitios que llaman puertas y lo son pues todo lo demás es impenetrable. El interior está claro y por lo más profundo, estando llenas, será de catorce a quince cuartas de agua. Su suelo está cubierto de media vara de cieno muy suave y cargado según se ha hecho analizar, de un sal catártico marino que sirve de nutrición a la pesca aventajándose a otras de otros sitios en lo sabroso por no gozar de estas cualidades, se ceban con carpas y se crían éstas de cuatro, seis, ocho y diez libras.
(…)
                Inmediato a estas dos lagunas hay otra que se custodia por cuenta de la Real Hacienda por gozar de abundante sal marino, pero sin uso para condimentos ni ganados por ser perniciosa a todos.
Don Alfonso, optimista e ilustrado define las lagunas con gran rotundidad y mira la pesca propia como algo sabroso y abundante, nombra el carrizo, la dehesa circundante y la lagunilla de la sal.
Queda un documento general más: el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz de 1850, donde encontramos las siguientes afirmaciones:
(…) SIT. en una llanura bien ventilada; es de CLIMA templado y sano; pero en el caso de secarse las lagunas que distancian ¼ leg., y que sucede cuando el río Gigüela no corre, se padecen enfermedades agudas y pútridas (…)
Al N. de la villa hay una laguna de ¾ de leg. de circunferencia, cuyo mayor fondo es de 4 varas y se ceba con las aguas del Gigüela por medio de una compuerta de hierro; sus aguas son salitrosas, muy semejantes á las del mar, por cuya razón los naturales de aquellos pueblos se bañan en ella y la experiencia ha acreditado sus maravillosos efectos: accidentalmente y al NO. se forma otra laguna sin salida por las aguas de las lluvias, que rara vez deja de secarse en el otoño. (…)
PROD. : cebada, trigo candeal, centeno, avena, barrilla, salicor, vino, patatas y legumbres; se mantiene ganado lanar mulas de labor, y se cría alguna caza menuda y pesca de carpas y tencas en las lagunas, (…)[5]
La realidad no parece cambiar mucho, la descripción de las lagunas y de la lagunilla puede extrapolarse a nuestro tiempo.
A la luz de los datos anteriores las lagunas de Villafranca han supuesto un recurso económico, sanitario y social. Desde que tenemos memoria como pueblo, la pesca ha supuesto la única manera de saborear pescado fresco. Las tencas son nombradas en documentos anteriores. El carrizo, que ahora vemos como un estorbo o como un precioso contenedor ecológico de fauna y flora, fue el segundo recurso, las persianas, los toldos o zarzos, las bases de los techos de teja, se han fabricado desde antiguo con este material que se obtenía de la laguna, segándolo cuando alcanzaba una altura suficiente. Y por fin las tierras colindantes han supuesto una fuente, magra, de pastos.
Pesca, carrizo y pastos, tres productos que se añadían a la pobre producción de esta villa agrícola y de artesanía escasa. El Ayuntamiento ha alquilado las lagunas para “pesca y carrizo” a particulares que gestionaban las lagunas y sus beneficios. En 1675 el Concejo de Villafranca arrienda las lagunas por tres años para su producto de pesca y carrizo a Agustín Fernández Mazarambroz, vecino de la villa, y otros siete socios más, en mil reales cada año, siempre que éstas no se sequen[6]. Así viene ocurriendo hasta que el Gran Prior el infante don Gabriel de Borbón se hace con el derecho de uso de las lagunas en 1786, después de firmar el censo enfitéutico que le da el control de la dirección, administración y guarda de ellas[7] a cambio de un pago anual de 600 ducados al Ayuntamiento. El carrizo lo siguió recogiendo el pueblo con permiso del Prior. La propiedad del recinto de las lagunas y de la dehesa revertirá en el pueblo después de varias vicisitudes que merecen otro artículo de un especialista en el tema.
Quedan los baños en los veranos tórridos que serían una bendición para villafranqueros y forasteros. Sabemos que en el XVIII esta actividad se consideraba normal, incluso se mencionan las bondades sanadoras de las aguas. No podemos llegar más atrás, sólo suponer.
No hemos nombrado todavía la amenaza silenciosa y continua que pende sobre nuestras lagunas: la sequía prolongada y la consiguiente desecación de sus vasos. Todas las descripciones anteriores detallan la dependencia de las lagunas de las aguas del Gigüela y los momentos de sequía han aparecido de manera recurrente a lo largo de la historia.


                Tenemos constancia de años áridos en los que las lagunas se secaron. En información del Catastro de Ensenada, 1749 fue uno de estos años, y el siguiente, como viene siendo costumbre sería un año corto en producción de pesca[8], porque sus aguas necesitaban cebarse de nuevo con crías de tencas que se traían Ruidera o del Algodor. Hay que entender que las lagunas eran utilizadas como una piscifactoría natural para nuestro pueblo. En las cuentas del Gran Prior sobre la enfiteusis de las lagunas hemos encontrado años de lagunas secas: se secaron totalmente en 1799 y en 1801 y estuvieron al borde de la sequía en 1804. Es llamativo que los años de finales del XVIII y de comienzos de XIX, sean además los que se recuerdan de mayores avenidas del Amarguillo.
                He aquí las lagunas con sus aguas medicinales, cálidas y amables que desaparecen de cuando en cuando, víctimas de un clima riguroso. Una relación más de Villafranca con el agua. En un artículo anterior hemos visto las dificultades para conseguir agua dulce, en éste, las aguas de las lagunas, piscifactoría natural, fuente de carrizo, lugar de baños medicinales y de recreo. Quedan más detalles como la propiedad de las lagunas, las avenidas de Amarguillo, las tormentas brutales, las inundaciones o la llegada del agua corriente. Esto, para más adelante.
Félix Patiño Galán, 09-09-2019
 
 
 

VILLAFRANCA Y EL AGUA 3


VILLAFRANCA Y EL AGUA 3 – LOS DAÑOS
Alguna vez hemos dicho que Villafranca se debería llamar Entrerríos. Si miramos un mapa de nuestro pueblo con las curvas de nivel y las líneas hidrográficas, observaremos que acompañan a esta población tres ríos y un arroyo: al Norte, muy cercano a las lagunas, corre el Riánsares, un cauce antiguo cercano al pueblo que es fácil distinguir; la cañada del Torrejón es un curso fluvial ocasional que desagua en el siguiente río, el Gigüela, que discurre al Oeste y se comporta como un río auténtico, corre en invierno y primavera, no suele desbordarse; y nuestro acompañante más inestable y dañino, el Amarguillo, un aprendiz de río, peligroso, que se ha desbordado muchas veces.
 
Villafranca está situada en un llano que es ocupado por las aguas de nuestros ríos más belicosos cuando estos se desbordan o cuando se producen grandes tormentas y se anegan las llanuras próximas, especialmente las del Sur, el cauce del Amarguillo.
Los que tenemos la suerte de habitar este pueblo llano no recordamos más que algunos momentos en los que la zanja del malecón se llena de agua, la llegada de agua por el camino de Camuñas o la inundación de los barrios al sur del Malecón.
Difícilmente imaginamos situaciones más dolorosas y destructivas como las que se han dado a lo largo de nuestra historia. Son estos momentos los que quiero mostrar en estas entradas en nuestro pasado.
1799 y 1801 son dos años con inundaciones en nuestro pueblo que han dejado los peores recuerdos. Todo villafranquero conoce el significado de la venía o la avenida, la inundación de las aguas tormentosas y los consiguientes desastres. Hemos mirado en los rescoldos del pasado, en los archivos con noticias de nuestro entorno y nos hemos encontrado con detalles más allá de los recuerdos comunes de los relatos de los mayores. La que nombramos como la avenida de Consuegra el 11 de septiembre de 1891, tuvo terribles consecuencias para los pueblos de alrededor, humanas y económicas, para Villafranca, solo económicas. Villafranca estaba ya preparada para recibir el agua destructiva.
Sabemos que hubo más momentos de tristeza y las avenidas han sido el azote recurrente de nuestro pueblo. También lo han sido las sequías y las epidemias, pero de momento centrémonos en las avenidas. ¿Qué nos dicen las pruebas históricas?
Desde 1783 a 1801 hay documentadas 9 inundaciones. Son los informes de alcaldes, párroco, gobernadores y las órdenes de los administradores correspondientes.
Merece la pena pararnos ante los detalles de las inundaciones de 3 y 4 de agosto de 1791, en un informe de los alcaldes ordinarios de 5 del mismo mes, dirigido al Administrador don Jerónimo de Mendinueta, se cuenta lo siguiente[1]:
Los alcaldes ordinarios de la villa de Villafranca de los Caballeros en el Priorato de San Juan y provincia de La Mancha, con el mayor respeto exponen a V E que a resultas de una fortísima tempestad, que en el día 3 del corriente, hubo en esta villa y su término, la que despidió tanta multitud de exhalaciones que aterró a este vecindario, de los que perdió la vida, a impulsos de un rayo, un mozo de 18 años y aunque las avenidas de los collados que la circundan, no causaron el mayor estrago; en el día de ayer a la misma hora que el antes que lo fuera de las 2 de su tarde, sobrevino otra tan furiosa, que en el espacio de hora y media no cesó un instante de tronar, llover y desprenderse exhalaciones que atemorizaron hasta los de ánima más esforzada, aumentándose su aflicción al experimentar que sus corrientes inundaban toda la parte del término del Velador que se hallaba al Poniente, que en las eras de pantrillar no quedaban montones de los que había limpios y menos las parvas tendidas, pues hasta las arenas se las llevaba la fuerza del agua y lo mismo sucedía con las huertas, arramblando sus legumbres. De aquí provino padeciese tal inundación el lugar, como que sus vecinos, principalmente los que habitan los barrios del Toledillo, del Monte, calle del Santo, de la Zanja, del camino, Pozo de Palacio, parte de las de la Parra y Tesoro, abandonaron, los que pudieron sus casas (…)
Dos días seguidos de verano con sendas tormentas, acarrean la muerte de un joven, las aguas arramblan con los frutos y las mieses de las eras, arrasan las huertas y entran en el pueblo inundando las zonas sur y este. Los habitantes huyen de sus casas buscando refugio seguro.
(…) y considerando el peligro en que los demás estaban por no serles fácil salir del riesgo, nos juntamos en la Iglesia y convocamos a ella al teniente coronel de Infantería, don Ángel Pedrero, que con una patrulla de granaderos que, a la sazón, se encontraba en esta villa, uno de los regidores de ella, teniente Cura y el Prior don Nicolás Manrique, con el escribano de este Ayuntamiento y todos de acuerdo, determinamos que para socorrer a los infelices, que ya en los campos naufragaban, tanto del pueblo como caminantes, montase a caballo, el expresado teniente coronel y el escribano, mandase la partida de voluntarios a caballo que también estaba en esta villa, quienes llevados de su celo (…) sin detenerse (…) atropellaron y bordearon las corrientes y lagos que ya venían con tanta crecida que regularmente andaban a nado. Saliendo al campo, logró recoger muchos infelices que naufragaban y habrían perecido sin este socorro, hasta llegar a la casa de campo de Juan Francisco Moñino, donde se hallaban siete personas en la cámara y tejado de ella, sin alimento alguno, ya casi de noche, pidiendo socorro, el que se les suministró sacándolos a ancas de los caballos y condujeron hasta ponerlas a salvo, continuaron repasando todos los parajes hasta de fin recogidas todas las gentes que se hallaron en los campos. (…)
 
                Las autoridades y el Párroco, reunidos como grupo de gestión de crisis en la Iglesia, comienzan a tomar decisiones. Aquí aparece la ayuda vital de una fuerza militar que, por suerte, estaba en Villafranca, don Ángel Pedrero y su patrulla de granaderos que tuvieron una actuación ejemplar recorriendo los campos y rescatando a las personas aisladas por las aguas.
(…) Al mismo tiempo que don Francisco Luján, alcalde ordinario por su estado noble y administrador de las tercias de SAR, con la partida de granaderos que quedó a sus órdenes y algunos paisanos que para ese efecto se congregaron, logró contener (…) la corriente que inundaba los citados barrios, haciendo conducir muchos de sus habitadores en carros, galeras, caballerías y (…) a las casas de SAR y a las de teniente cura Párroco y escribano, donde se les asistió con la mayor caridad, dando a todos el alimento necesario, abrigando a muchos con paños de aguardiente, con lo que se logró restablecerlos, también se condujeron con la posible comodidad, los enfermos, entre ellos una oleada y varios sacramentados para lo que asistieron el teniente cura y capellán, en caballerías mayores, cruzando las corrientes hasta de fin puestos a salvo todos los vecinos en cuyo tiempo principiaron de arruinarse algunos edificios del Toledillo, dejando, para evitar robos y todo extravío, la tropa de granaderos y algunos paisanos toda la noche en los barrios desiertos. (…)
 
                El segundo nombre en el apartado de los héroes es el del alcalde ordinario don Francisco Luján que se empeña, en compañía de granaderos y de voluntarios, en formar diques de contención y en trasladar vecinos afectados por la inundación, muchos de ellos enfermos, a un lugar seguro como las casas de Párroco, del escribano o la Tercia. Por último deja unos retenes de vigilantes para que no haya robos ni saqueos.
   En el día de hoy en que estábamos dando las providencias para desaguar las casas y poner a salvo el menaje de ellas, en que no se padeció extravío alguno de la propia hora que el día de ayer, nos vemos con mayor aflicción, porque de dicha tempestad (…) se ha alimentado la inundación, llenándose todas las casas de los barrios referidos que componen las dos terceras partes del pueblo y todas las restantes calles de él, hasta entren en las casas de SAR, Iglesia y Ermita que sirve de parroquia, donde está la mayor altura del terreno, de cuyas resultas se ha arruinado las hiladas de la calle del Santo, parte del Toledillo, Pozo de Palacio y tememos suceda lo mismo con todas las de aquellos barrios. Pero tenemos el consuelo que a (consecuencia) de las providencias, celo y esmero con que el expresado teniente coronel, despreciando todo riesgo, se arrojó a las aguas, cumpliéndolas, igualmente que el citado alcalde don Francisco Luján, con la tropa que mandaba, asociado de su compañero y capitulares. Se debió al trabajo de estos el logro de no haber peligrado más de un hombre que al parecer estaba ahogado y se ha sacado de la última casa del barrio de Cabezuelas. Sin embargo de haber subido las avenidas de este día pie y medio más que la antecedente. (…)
 
Agosto, 5 de 1791
BM de VE, sus más atentos y rendidos servidores
Francisco Luján       Josef Talavera
Los dos alcaldes piden ayuda al Administrador de la Orden, don Jerónimo de Mendinueta después de hacer recuento de los daños: dos tercios de sus calles están anegadas, la ermita del Cristo está a salvo por situarse en un punto más alto, lamentablemente hay que añadir un muerto más encontrado en la calle de Cabezuelas, ahogado. Y lo que toca ahora es trabajar duro para limpiar el barro, atender a los heridos y reconstruir las casas afectadas.
                Se cruzan nuevas peticiones de ayuda y respuestas de atención por parte del Administrador del Priorato. Por fin hubo un acuerdo, el 9 de noviembre, de la Junta de Hacienda del Gran Priorato en donde se reconocen los destrozos, que entre agosto y septiembre se repitieron hasta cinco inundaciones:
De resultas se destruyeron siete casas, en otras se hundieron cuatro cuadras y cercas, se inutilizaron granos entrojados de las eras. Se llevaron las corrientes mieses, grano ya limpio y los sembrados sin segar padecieron mucho perjuicio, de modo que son de mucha monta los agravios casi comunes a todos los vecinos, aunque a unos mayores que a otros. Verdaderamente que son dignos de compasión y acreedores a proporcionarles todo el alivio y socorro posible y como tal cree la Junta que si fuera del real agrado de SM podría dispensárseles por parte de SA la remisión de 55511 r y 24 m que deben a la testamentaría del Serenísimo Señor Infante don Gabriel de granos y efecto, dados al fiado y por la de SM podría remitírseles por este año las contribuciones reales con que están encabezados con la Real Hacienda. Los débitos a su Pósito a unos íntegramente a otros en parte, según su padecer y circunstancias y a los necesitados que enteramente han quedado con sus casas arruinadas, reparárselas a costa del caudal de propios y arbitrios de la villa en la parte que alcancen y en resto de los caudales de su Pósito, que es de un fondo crecido, o como más bien sea del Real agrado de SM. Y sin embargo V S deliberara como siempre lo más justo.
Consuegra, noviembre, 9 de 1791[2]
               
Esta fue la nueva petición al rey Carlos IV, que entonces ejercía como Gran Prior por ser tutor de don Pedro, hijo y heredero de don Gabriel. Se contabilizan los daños y se proponen medidas de ayuda para los damnificados: perdón de deudas y de contribuciones y préstamos del pósito y del caudal de propios. Es una petición más.
                Villafranca sigue rozándose con el agua, ésta no deseada, no ha mostrado aún su cara más siniestra. 1791 fue un eslabón más de esa cadena de castigos sobre una población humilde que son las inundaciones, quedan las de final de siglo y comienzo del siguiente.
 
Félix Patiño Galán 21-09-2019



[1] Archivo de Palacio Real – IDG – Decretos, legajo 9
 
[2] APR – IDG – Decretos, legajo 9
 

[1] Pasado, presente y futuro. Lagunas de Villafranca de los Caballeros. Ayuntamiento de Villafranca de los Caballeros. 2010. Página 12.
[2] Relaciones Histórico Geográficas de Felipe II. 30-12-1575. Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial. J.1.14
[3] Catastro de Ensenada. Examen de peritos a thenor del Interrogatorio de la letra A. Folio 367.
[4] Domingo de Aguirre. Descripción histórica del Gran Priorato de San Juan de Jerusalén en los reinos de Castilla y León. 1769. Biblioteca Nacional de España. Página 96.
[5]  MADOZ, Pascual, DICCIONARIO GEOGRÁFICO ESTADÍSTICO HISTÓRICO DE ESPAÑA Y SUS POSESIONES DE ULTRAMAR. Tomo XVI. Madrid 1850. Página 142.
[6] Datos del Archivo Histórico Provincial de Toledo. Protocolos notariales.
[7] Archivo de Palacio Real. Archivo del Infante don Gabriel. Secretaría 277 – cont.
[8] Catastro de Ensenada. Copia del privilegio de Almotazanía y Correduría. https://www.familysearch.org/
 
 
 
 

 VILLAFRANCA Y EL AGUA 4

VILLAFRANCA Y EL AGUA 4 – LA DESOLACIÓN

            Vamos a situarnos en el tránsito del XVIII al XIX y a observar dos eslabones más de esta cadena de castigos que literalmente cayeron del cielo sobre Villafranca. Los más destructivos, ambos en septiembre, cada uno en su siglo, en los años 1799 y 1801. Es posible que pequemos de repetitivos pues lo que nos disponemos a relatar es una continuación del anterior capítulo de Villafranca y el Agua, pero consideramos que por el grado que alcanzaron los daños sobre el pueblo merecen una mirada detenida.

            De nuevo recurrimos a la máxima del Taller de Historia, y observamos las pistas que tenemos de la inundación de 2 de septiembre de 1799, la primera cita la encontramos en el Archivo Parroquial de Villafranca de los Caballeros, en el libro de difuntos nº 5, el Párroco hizo un inciso para contar lo que vivió:

(…) A cosa de las doce y media el dicho día comenzó el cielo a encapotarse y aparecer toda la Atmosphera cubierta de gruesos nublos cuya densidad, instantáneo incremento y calor extraordinario indicaban los más funestos efectos. Siguióse a esto una terrible tronada que por la continuación, dilatación y fortaleza de los truenos iba cada vez más aumentando en todos los corazones el pavor que por momentos se crecía, cuando a las cinco de la tarde dieron principio los nublos a resolverse en agua que cayó en tanta abundancia que a las dos horas de comenzada la lluvia ya corría por todas las calles con asombrosa rapidez, a causa de haber el rio Amarguillo salido de madre y entrado en el pueblo antes de haberse desaguado (…)[1]

           

            Es justo pensar que es una más sobre este sufrido pueblo, esta, mucho más dañina. De nuevo hemos de leer la información de los archivos y el Procurador Síndico de Villafranca emite un completo informe[2][poco después. En el que cuenta los siguientes pormenores:

            Hay más de 200 casas enteramente arruinadas, las demás se encuentran en muy mal estado y todas necesitan reparación. Las viñas presentaban una buena cosecha que se ha perdido y

(…) Su campiña beneficiada de considerable número de huertas, en que con los frutos de barrilla, salicor, patatas, zanahorias y otras clases de legumbres se prometían sus vecinos adquirir sustento para la triste temporada del invierno, no presentan hoy sino tierra árida, cubierta de légamos y horruras de las aguas. (…)

            También el Administrador de Tercias hace su informe[3] dirigido al Gran Prior y de él extraemos los siguientes datos

(…) a las tres de la tarde y continuó hasta casi las 5 de ella, sobrevino una inundación tan excesiva, por las avenidas del río Amarguillo y cañada que vierte en esta población (Riato), que a la media hora ya estaba inundado todo el recinto (…)

            He aquí una referencia al Riato, la cañada que recorre la localidad de Oeste a Este y sirve de desaguadero de las sobrantes del Amarguillo. Es otra pista que confirma que en 1799 todavía surcaba nuestro pueblo.   

            La altura que alcanzaron las aguas supera con mucho a las siete avenidas anteriores y no se ha librado de ellas ninguna casa. Las ermitas y la Iglesia están ocupadas por el légamo. Las aguas han llegado más allá de la altura del coro y presbiterio, dejando inhabitable la Iglesia para mucho tiempo.

            Falleció un niño y se perdieron muchos animales de labor, domésticos y ganados, también se inutilizaron multitud de papeles de los archivos de la Iglesia, del Ayuntamiento, de las escribanías y de muchos vecinos.

           

            El administrador y el interventor de la Tercia de Villafranca toman la decisión de acoger a los vecinos más desfavorecidos,

(…) a más de 60 familias y otras muchas personas abriéndoles las puertas de las cámaras de S A para refugiarlas por las pérdida de sus casas y enseres y alimentándolas al día sucesivo en que no habrá ni aún agua en la villa (…)[4]

Son duros los testimonios de villafranqueros pidiendo limosnas al Gran Prior, pongamos algún ejemplo: José Alfonso Jiménez, maestro de primeras letras expone que

Es tan corto el emolumento que le produce la escuela que no alcanza a el alimento de su mujer y cuatro niñas que tiene (…) Suplica a Vuestra Real Alteza, se digne por el amor de Dios, la limosna de su Real agrado para ayuda a mantener a su familia y componer la casa que con la avenida del agua cayó parte de ella y lo que quedó está para lo mismo (…)

Rosa Martín de la Alberca, viuda de más de sesenta años dice que

(…) ha cabido parte de esta desgracia a la infeliz choza que la exponente tiene en el referido pueblo y su calle Empedrada, que habiendo en parte caído a tierra, lo que se mantiene amenaza ruina y está imposibilitado de habitarse (…) no posee bienes ningunos ni aún ropa para una cama, ni más que la enunciada casa que no merece el nombre de tal. (…) Suplica: (…) se digne en conceder a la exponente, la limosna que fuere de su real agrado para poder reedificar su desdichada casilla (…)

Hay más ejemplos de vecinos que piden particularmente ayuda a su autoridad. Queda pendiente para los villafranqueros al menos un año de privaciones, de hambre y de enfermedades. La necesidad los ha acostumbrado. En la primavera de este mismo año acababan de salir de una epidemia de tercianas que se saldó con un número considerable de bajas. Ya hablaremos de las epidemias en otras comunicaciones.

¿Qué hacer? ¿A quién recurrir? El Ayuntamiento de Villafranca se dirige al Gran Prior para mitigar estas desgracias con su caridad, sabe que el Erario del Infante está en un mal momento y pide las ayudas como préstamo a largo tiempo, pero antes que nada, pone mucho énfasis en que una persona especialista analice la situación de Villafranca y proponga alguna solución a las recurrentes riadas que van creciendo en intensidad.

SUPLICA a V A se digne librar de su Real orden para que por persona experta se reconozca la situación del pueblo y sus avenidas y con la disposición correspondiente, o se desvíen las corrientes, o se fortalezcan, para evitar las inundaciones (…)[5]

Y la Administración del Antiguo Régimen contesta y manda a Francisco Sostre, aparejador del Priorato a reconocer estas tierras y trazar un plan para solucionar el problema de las riadas.

Se seguirán cruzando informes, peticiones, proyectos y visados de proyectos. Todos, Ayuntamiento, arquitecto, aparejador y administrador del Priorato saben lo que hay que hacer para que el Amarguillo no se desborde, pero la lentitud de esta administración, la ausencia de fondos y es posible que algo de desprecio por una población menor, nos situaron en septiembre de 1801 con obras apenas comenzadas.

El 14 de septiembre, Villafranca soportó la mayor inundación que se haya conocido hasta la fecha, durante la tarde y la noche se volvió a desbordar el Amarguillo y el malecón que rodea el pueblo se hallaba en construcción, según testigos, sólo la décima parte. Los daños fueron letales, veamos como los describen el Ayuntamiento y el Párroco:

(…) acaeció en aquella villa la más terrible y asombrosa tempestad que jamás han visto, la cual, con otra avenida de aguas, y no hallando resistencia alguna, por no estar ejecutadas las obras proyectadas, inundó de nuevo todo el pueblo y lo acabó de arruinar, llegando las aguas hasta los techos de las casas, causando la muerte de doce personas, que se ahogaron, otras muchas que salieron heridas, la destrucción total de los edificios, más de 300 mulas de labor ahogadas y mucho mayor número de otros animales; asimismo la pérdida de granos y de todos los demás géneros que ya tenían recogidos, la de vino, aceite, paja, barbechera, viñas, ropas y demás muebles (…)[6]

Creemos que no hacen falta más palabras para hacernos una idea de los daños de esta avenida. Pero son demoledoras las consecuencias inmediatas en la vida de los vecinos:

Una parte importante de los villafranqueros se fue a vivir a otros pueblos del entorno, otros permanecían como zombis sin rumbo en las ruinas de Villafranca, vigilando los pocos efectos y bienes personales que les respetó la desgracia. Se ha formado un campamento de chozas y barracas en un cerro a 500 pasos de la población, donde viven como pueden. Creemos que puede ser el cerro de San Cristóbal al Norte de la localidad.

Los lodos han inundado los edificios más fuertes como las ermitas, la Iglesia o la Tercia. Los eclesiásticos han abandonado la localidad con intención de no volver si no se construyen los diques proyectados en años anteriores como solución para estos males.

La solidaridad vino del Sur

(…) si la villa de Herencia no hubiese acudido con socorros de pan, vino, carne, tocino, aceite y demás necesario, como todavía lo está haciendo (28 de octubre de 1801), habrían los más fallecido de necesidad; que de resultas se hallan todos los vecinos y habitantes de aquel pueblo, sobrecogidos de temor, pálidos y llenos de consternación (…)[7]

Villafranca es un valle desolado por el lodo, pocas casas se tienen en pie y sus vecinos se están planteando emigrar a otros lugares. El problema se conocía e incluso se había estudiado por personas capaces y preparadas como Sostre o Villanueva. Pero la incuria de una administración lenta, pobre y posiblemente corrupta, ha ralentizado la aplicación de las soluciones. Es ahora, con el pueblo al borde de la desaparición, cuando el Ministro de Estado y Hacienda tiene sobre su mesa en octubre de 1801, un informe completo sobre Villafranca y sus necesidades de supervivencia. La alternativa es un pueblo abandonado y unos pecheros menos para contribuir a la Real Hacienda.

En otro momento veremos con detalle el plan y las obras que se hicieron para conjurar este peligro recurrente. Seguimos aquí, luego se tomaron medidas y se dieron soluciones.

[8][1]Archivo Parroquial de Villafranca. Libro de Muertos nº 5.

[9][2]APR – IDG   Secretaría. Legajo 279. Informe de 21-09-1799.

[10][3]APR IDG Secretaría. Legajo 277 cont.

[11][4]APR – IDG Secretaría. Legajo 277 cont. 13-09-1799.

[12][5]APR – IDG   Secretaría. Legajo 279. Informe de 21-09-1799.

[13][6]APR – IDG Decretos. Leg. 9

[14][7]APR – IDG Decretos. Leg. 9

 

 

 

VILLAFRANCA Y EL AGUA 5. LAS SOLUCIONES.

 

VILLAFRANCA Y EL AGUA 5 – LAS SOLUCIONES
               
Un pueblo que es azotado una y otra vez, que en 15 años sufre 9 inundaciones que van superándose en intensidad, es un pueblo asustado, sin la alegría necesaria para encarar el futuro con ganas de prosperar.
Villafranca ha sido siempre un pueblo trabajador, sin miedo al esfuerzo. Entre los años 1786 y 1804 demostró su disposición a recuperarse e hizo gala de su principal característica: la tenacidad.
Soporta una inundación tras otra, y de todas se va recuperando, cada avenida es mayor que la anterior, cuando aparecen los primeros muertos y la situación se agrava, el Ayuntamiento suplica ayuda a las autoridades (Gran Prior, Monarquía, Arzobispado). Ayuda económica, perdones de deudas e impuestos y ayuda de especialistas para estudiar el problema y tomar medidas que solucionen este problema recurrente.
Mientras el Gran Prior fue el infante don Gabriel (1766 a 1788), hijo de Carlos III, ilustrado, permeable a las necesidades de todos los habitantes del priorato, las reformas y las mejoras florecieron en todos los lugares. Villafranca no fue una excepción: se reedificó y amplió la Iglesia Parroquial, se inauguró el primer cementerio de esta villa en un terreno aledaño a la ermita del Cristo, se reformo el edificio del Pósito, se evitaron las riadas del Riánsares, se construyó el puente sobre el Amarguillo, entre otras obras. También reconoceremos su gestión en las demás villas del priorato y en una obra general que pretendía transformar el paisaje de la Mancha: El Canal del Gran Prior o del Guadiana.
Don Gabriel muere en diciembre de 1788, su sucesor es su hijo don Pedro, de dos años de edad. Su tío y tutor, Carlos IV, lo envía a la corte portuguesa con su familia materna y el rey queda como administrador y dueño del priorato. Con este movimiento cambia la política en nuestro entorno. El bailío Miguel Cuber es sustituido por Jerónimo de Mendinueta, menos predispuesto a los gastos. Además, las arcas del estado no estaban en sus mejores días, las cosechas no eran buenas y el gobierno de Madrid miraba a Francia con recelo y temor (recordemos que en 1789 comienza la Revolución Francesa) y la guerra se veía como algo seguro.
Mientras tanto, Villafranca continúa soportando sus castigos del cielo, 1791, 1799, 1801, son los tres últimos latigazos que culminan en un 14 de septiembre que arrasa con la esperanza y la posibilidad de un futuro para esta villa. Ante los cienos que han encharcado lo que antes era Villafranca, la Administración del Antiguo Régimen se toma en serio la posibilidad de que este pueblo desaparezca, y con él, los diezmos e impuestos que ha pagado fielmente durante mucho tiempo.
Las actuaciones para solucionar el problema de las riadas en Villafranca, llegaron poco a poco. La separaremos por etapas:
1ª actuación: Separación de las aguas del río Riánsares. El infante don Gabriel, conjuró el problema de las inundaciones de Villafranca por el norte. El río Riánsares fue unido al Gigüela antes de llegar a las lagunas, a la altura de la laguna del Taray. Encontramos este dato en un informe del Ayuntamiento, hecho en 1799, dirigido a su sucesor don Pedro:
(…) se acuerdan los vecinos de Villafranca que el glorioso progenitor de VA, en otros tiempos supo, con su protección poderosa libertarles de igual peligro, separando las corrientes de Riánsares que fluían desde el río Gigüela por la dehesa y lagunas (…)[1]
                No conocemos la fecha exacta de esta actuación ni sus pormenores, sí que fue antes de 1786, pero el Riánsares dejó de ser un problema para Villafranca al desaguar directamente sobre el Gigüela antes de pasar por sus cercanías. La última vez que vimos su antiguo cauce lleno de agua fue el 1997, año de abundantes lluvias, como muestra la fotografía del intrépido Eleuterio Moreno.
2ª actuación: La limpieza del cauce del Amarguillo y el puente sobre el camino de Herencia. En 1788, el bailío don Miguel Cuber da órdenes a los ayuntamientos de Consuegra, Madridejos, Camuñas, Villafranca y Herencia para que todos procedan a la limpieza, profundización y enderezamiento del curso del Amarguillo. Esta orden acarreaba el problema de la financiación que corría a cargo de los propietarios de las tierras ribereñas como principales interesados, la ausencia de caudales en los pósitos y los pocos bienes y ganas de los afectados entorpecieron el desarrollo de las obras. Aquí, la villa de Villafranca tuvo una actuación ejemplar y encauzó su parte de río antes que las demás.
 
                El infante don Gabriel, ya mencionado, consideró indispensable, la construcción de un puente sobre el Amarguillo en el camino real que lleva a Herencia. A comienzos de 1788, Francisco Sostre hace los planos y condiciones y son visados por Juan de Villanueva[2]. La construcción se adjudicó a los maestros alarifes de Villacañas Matías y Emeterio del Pozo en el precio de 7400 r v. La obra fue del gusto de Sostre y Villanueva, de manera que a petición de los constructores se les entregaron otros 900 r v, ya rematado el puente. En las imágenes se pueden contrastar el proyecto y la situación actual del puente.
3ª actuación: El plan definitivo. Después de los desastres de septiembre 1791, Francisco Sostre vuelve a Villafranca para examinar el terreno y proponer un plan de obras integral. Plan que queda perfilado en agosto de 1800, revisado por el arquitecto real Juan de Villanueva. El presupuesto total asciende a 204.500 r v y consiste en los siguientes puntos:
ü  Desvío del Riato y desecación consiguiente de este cauce que corre por el centro del pueblo. Se abriría un cauce alternativo por el sur, a cierta distancia del núcleo urbano, excavándolo desde la ermita de san Antón a la de san Blas y más allá hasta el desaguadero (comienzo de camino de las Ollas), al tiempo que se formaría un espaldón o malecón para salvar al pueblo.
(…) un espaldón o dique de tierra que intentan construir para contener las aguas y libertar al pueblo de nuevos peligros por tener seguras sus personas, aunque las campiñas queden expuestas a ellos.[3]
El coste estimado de esta obra es de 34.650 r v, se espera la aportación del prior de 22.650 reales que, con el tiempo reintegrarían los vecinos por vía de arbitrios y un “socorro gracioso de SA” de 12.000 r v.
ü  El aumento de otros dos ojos del puente sobre el Amarguillo del camino real de Herencia. Para el que se presupuestan 110.000 r v. Es evidente que esta obra no se llevó a cabo. En el informe se propone que sea costeado por la dignidad prioral y por la arzobispal, a razón de 2/3 y 1/3 cada una.
ü  La construcción de un segundo dique o malecón a lo largo del cauce del río desde el paraje del Atajadero (vado por el camino de la casa del Marto) a más allá del puente del camino de Herencia. Con este dique en la orilla izquierda del río se pretendía salvar la zona de huertas y viñas con sus producciones. Este malecón, proyectado por los mismos Sostre y Villanueva, sería costeado por los cultivadores de las tierras próximas al río en razón de la parte que les afecte y el Pósito municipal pagaría la parte de los caminos y tierras comunales.
Las propuestas de Sostre, los vistos buenos de Villanueva, los presupuestos considerados siempre elevados, las consideraciones del administrador Mendinueta, las demoras del arzobispo ante las exigencias de que debe pagar la tercera parte de los gastos (ya que percibe la tercera parte de los diezmos), las arcas del reino y del priorato vacías y el natural económico y ahorrador del administrador, consiguieron que llegase septiembre de 1801 y sólo se viese acabada una parte del malecón del pueblo.
Ya sabemos lo que ocurrió, nos encontramos con un pueblo arrasado por el lodo y con unos pocos villafranqueros viviendo a la intemperie en el cerro del Santo. Los demás han huido a pueblos vecinos y otros han perecido ahogados. De nuevo la realidad se impone a las consideraciones de aquellos que han tenido la posibilidad de tomar decisiones. Esta es una lección histórica que no deberíamos tomar a la ligera. Aquellos que dirigen en el arte de la política deben mirar al futuro sin dejar de mirar hacia atrás, la historia, próxima y lejana es una buena maestra.
Es entonces cuando el rey se muestra compungido por lo ocurrido en Villafranca y pone en marcha todo el plan ya elaborado. Se paralizan las obras de construcción del Canal del Gran Prior como dice Villanueva en abril de 1802:
(…) Todos los demás empleados que no hagan falta para el resguardo y conservación de las obras de efectos del Canal, deberán pasar inmediatamente a las villas de Tembleque y Villafranca para asistir en aquellos pueblos a las obras dispuestas por SM, según se les ordenare o como contemple puedan ser más necesarios y útiles a ellas. Y en cuanto a caudales podría VS contar por parte de SA con la dotación señalada al Canal, para distribuirla en las obras de Tembleque y Villafranca (…)[4]
       
Es ahora cuando se utilizan todos los medios posibles para atender las necesidades de Villafranca y de Tembleque que también fue afectado por las riadas de septiembre. Hasta el Arzobispo de Toledo, dolorido por el sufrimiento del pueblo de Villafranca, accede a pagar la tercera parte que le corresponde. Lo prioritario fue acabar con las obras del plan, incluso se paralizó la construcción del Canal del Guadiana, la financiación se estudiaría después. En pocos años se terminaron los malecones y se encauzó de nuevo el río.
Como ya dijimos, seguimos aquí, las soluciones existieron y las medidas necesarias se tomaron, pero ¿hacía falta que muriese tanta gente? ¿Era necesaria la ruina total de un pueblo? El Amarguillo no sólo amenazaba, destruía y volvía a destruir, los gobernantes no quisieron darse cuenta de una realidad. Es posible que la suerte de los pobres sea un poquito peor que la de aquellos que disponen de más recursos.

Félix Patiño Galán 11 – 10 – 2019

 

[1] APR IDG. Secretaría. Legajo 279. Informe del Ayuntamiento de 29-09-1799.

[2] APR IDG. Secretaría. Legajo 277.
[3] APR IDG. Decretos. Legajo 9. Informe de don Pedro de Novales a Mariano Luis de Urquijo.

[4] APR IDG Secretaría. Legajo 79.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

27 – 04 – 2019 TALLER DE HISTORIA 14

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Una tarde primaveral con 17 incondicionales de la Historia. La reunión ha sido dilatada, con temas variados e interesantes:

1.- La visita a la página de Comparador Histórico de Ortofotos de Castilla-La Mancha
https://castillalamancha.maps.arcgis.com/apps/webappviewer/index.html?id=da8dec8892ed432ba37208e7d28a8d06

que nos permite visualizar en fotos aéreas la evolución de nuestro pueblo desde los años 50 a la actualidad, es interesante observar como cambia en entorno de nuestra Plaza de España o el avance de los barrios del extrarradio.

2.- La observación y la explicación de los elementos de los escudos de Villafranca, de Ayuntamiento y de Alcaldía.

3.- Hoy damos salida a un nuevo proyecto obra de todos: Memoria viva que pretende dejar constancia del saber de nuestros mayores en grabaciones con un guion como este:

1.- Personas mayores que quieran prestar su voz, su imagen y su memoria.

2.- Cuestionario:

a.- Nombre, edad, mote, familia, oficio u oficios que ha tenido.

b.- Su niñez: Escuela, barrio, vida familiar, juegos, amigos, viajes.

c.- Juventud: Cortejo, juergas, oficios, mili y otras experiencias.

d.- Adulto: Trabajo, actividades, ocio, vida familiar, relaciones, novedades…

4.- El coordinador se ha atrevido a contar unas historias humildes pero interesantes de nuestro pueblo en épocas antiguas: Los momentos de malas cosechas, hambres y enfermedades en que Villafranca pide piedad a su Rey; el censo de franceses sospechosos de revolucionarios en nuestro pueblo; los escarceos amorosos de Francisco y Francisca con embarazo incluido, el retozar lujurioso de Sebastián con Manuela y sus terribles consecuencias legales; el selecto club de señores y damas poseedores de caballos; las crueles peticiones el ejército francés a los alcaldes de Villafranca; la mortalidad en nuestro pueblo durante la Guerra de la Independencia.

5.- Por último hemos visionado y comentado las primeras obra de Goya, cartones para tapices y retratos cortesanos y de nobles. Poco a poco Goya se hace pintor de almas.


Aquí tenéis
la presentación.

Gracias a todos por vuestra atención y vuestra disposición. Nos veremos el sábado 11 de mayo con más asuntos. No olvidéis las grabaciones de los relatos de nuestros mayores.

 

23 de marzo de 2019 TALLER DE HISTORIA 12

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De piedras, quintales y regaifas; de molinos, necrópolis y villas romanas; del Paleolítico a la  Edad Contemporánea. De todo ello se ha hablado en nuestro grupo, de la mano de Ángel Javier Cárdenas Martín Buitrago, especialista en el yacimiento arqueológico de Piédrola. Licenciado en Historia por la UCLM, miembro de la Asociación Castellano Manchega de Arqueología.
Comenzamos a las 17:00 con su conferencia sobre el yacimiento de Piédrola. Situado al noroeste del término de Alcázar, cerca del límite con Quero, en el camino que va a Madrid. La zona destaca por su riqueza como yacimiento de restos prehistóricos e históricos. Es una zona extensa donde se encuentran asentamientos de grupos humanos del Calcolítico - Bronce, de la Edad del Hierro, una villa romana con mosaicos de gran calidad y balsas de encauce de agua, una necrópolis musulmana, 15 has de canteras de piedras de molinos de la edad Moderna, incluso una estación ferroviaria, ya desaparecida.
Según Ángel Javier, la zona estuvo siempre poblada por su riqueza en agua, el nivel freático es próximo a la superficie. Incluso para las máquinas de vapor del tren pudo ser un punto de repostaje.
Detalla especialmente la zona de las canteras, extensa, bien estudiada y preparada como lugar visitable con paneles explicativos. Muestra los tipos de piedras que se fabricaban y su posible comercialización y su utilización en la fabricación de harina, de mostos y de aceite.
Los detalles de su exposición los podemos ver en este archivo que amablemente nos ha cedido al Taller de Historia.
Agradecemos a Ángel Javier su disposición y su ilustrada explicación que nos ha tenido expectantes en esta maravillosa tarde. Desde hoy tenemos un amigo más. Por último, hoy hemos agrandado nuestro taller con nuevos miembros como Mónica y Mª Cruz. Bienvenidos todos.


 

 

 9 de marzo de 2019 TALLER DE HISTORIA 11

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Visitas a casas antiguas

     La columna escondida en la pared, el corredor olvidado dentro de un patio reformado, la cocina sin paredes. Los pozos limpios, empedrados, silenciosos, que atesoran un sorbo de agua salobre. El patio empedrado, las cuevas que fueron eficaces almacenes de alimentos y de vino del año en sus tinajas que ahora son mudos espacios con trastos olvidados. Las cámaras en lo alto con ventanitas que durante muchos años fueron el almacén sereno de granos o de paja, de la seguridad de un invierno sin hambre ni privaciones y con los mulos bien alimentados. Muros anchos de piedra y tapial. Portones y fachadas con vestigios de grandezas pasadas. Casas bien conservadas cuyos dueños han sabido mantener lo esencial de su estructura, distribución y señorío.

            La tarde del sábado 9 de marzo la dedicamos a visitar y mirar con atención lo interesante de cada una. Desde las 16:00 horas a las 19:30 el numeroso grupo de amantes de la Historia, La línea del tiempo, mantuvo el interés y sus ganas de aprender en los detalles de cada casa. Visitamos las siguientes casas con los puntos importantes expresados:

1.       Casa de Victorina Oliver. Calle del Riato. Patio y cueva.

2.       Casa de Petra Maza. Calle de la Parra. Patio diáfano y escalera.

3.       Casa de los Pelucos. Calle de la Parra. Patio empedrado, pozo, cocina y cuadra de gañanes. Cámaras con atrojes.

4.       Casa de los Camastros. Calle Angosta. Fachada, patio, corredor, pozo, camarón con baldosas antiguas.

5.       Casa de Marcela. Calle León Felipe. Corredor y suelo de baldosa cerámica antigua y bovedillas.

6.       Casa de Isabela. Calle del Toledillo. Cueva, pozo, pasillo de servidumbres de corrales. Casa de vecinos.

7.       Casa de Juliana. Calle Empedrada – Tesorero. Fachada, patio, corredor y 


cueva.

8.       Casa de Leónides. Calle Empedrada. Fachada, escudo y patio.

9.       Casa de Cleto. Calle del Cristo. Fachada, corredor y cámaras.

10.   Casa de Pedro. Calle Hidalgos. Patio, corredor, bodega, cámara y camarón alto.

11.   Casa del Abogado. Casa de Ciri. Calle Hidalgos. Patio, corredor y torreón.

12.   Antigua casa de Vicente el Juez. Calle Atahonas. Patio, murallas, corredores, cámaras con baldosa de Villafranca.

     Desde aquí agradecemos a los dueños de las casas mencionadas su colaboración y su buena disposición.

      Una jornada más dedicada a nuestro pasado y su importancia. Nos veremos de nuevo el sábado 23 de marzo a las 17:00 horas en la Casa de la Cultura. Gracias a todos por hacer de estas horas un momento de disfrute y aprendizaje. La Historia puede ser un gran pasatiempo además de una ciencia de la verdad.

 

TALLER 26 de enero de 2019

26 de enero de 2019

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Comenzamos la sesión con el repaso de las actividades previstas:

1.- El viaje a la exposición Atémpora de Talavera incluyendo el servicio de guía, visita completa y autobús costará 15 euros. Los jubilados 13 euros y los parados 10 euros. Día 16 de febrero, sábado, salida 8:00 h, vuelta de Talavera 6:00 h. Máximo 50 plazas. Avisaremos por el grupo de teléfono dónde y cuándo debemos apuntarnos y pagar las reservas.

2.- La salida al Museo del Prado queda para la primavera y la detallaremos más adelante.

3.- La visita a las casas antiguas del pueblo será el sábado 23 de febrero, comenzaremos la sesión en la Casa de la Cultura a las 4:00 horas de la tarde, adelantamos la salida para tener tiempo y horas de sol en el recorrido.

Decididos estos pormenores, pasamos a la explicación de Luis Oliver Mora sobre los apellidos más frecuentes en nuestro pueblo en los padrones que obran en el Archivo Municipal; ha explicado diferentes listados de apellidos más comunes. En breve se pasará a los miembros del grupo un informe con los detalles. Por orden, podemos adelantar los siguientes en importancia: Gómez, Velasco, Fernández, Avilés, Romo… Detalles como su intención fiscal y de surtir mozos para el servicio militar, los casamientos de personas viudas, las familias numerosas, etc, fueron explicados con la pasión propia de Luis.

Después terminamos la tarde con la observación de varias obras del Museo del Prado, analizado su factura, sus historias, su composición. El coordinador ha seleccionado para este primer contacto:

ü  El Descendimiento de Roger van der Weyden, con su detallismo, su composición equívoca, el sentimiento y la actitud de los personajes.

ü  La Anunciación de Fra Angelico y su colorido, su elegancia y su espiritualidad.

ü  La historia de Nastaglio degli Onesti de Sandro Botticelli, una narración nerviosa, contundente y fantasiosa de Boccaccio.

El coordinador repartió las copias para cumplimentar sobre la evaluación interna prevista sobre la actividad. Con el compromiso de entregarlas rellenas en la próxima sesión que será la del viaje. Si no tienes copia de la evaluación, aquí puedes descargarla, no hace falta que pongas el nombre. 0 es pa puntuación más baja y 4 la más alta sobre cada afirmación.

Aquí tienes la presentación de esta sesión.




TALLER DE HISTORIA 7

sábado, 12 de enero de 2019

Los amantes de la Historia han vuelto a demostrar que son capaces de aguantar la explicación plomiza del coordinador sobre las conclusiones de la Ilustración en la Mancha con diversidad de opiniones y de análisis de la situación de nuestro pueblo en la segunda mitad del XVIII. Han soportado el chaparrón de la lectura de las Relaciones de Felipe II transcritas por el eminente Félix Rullo, de las que se han sacado interesantes informaciones de Villafranca a mediados del XVI. Abusando de la paciencia del grupo, el coordinador ha explicado someramente la situación, la cronología, las etapas, los tipos de enterramientos y los ajuares del yacimiento ibero de Palomar de Pintado. Hemos completado el día con unos planes (al principio de la sesión) sobre un viaje al Museo del Prado, las rutas cercanas como las calles de nuestro pueblo, las casas más antiguas, los petroglifos, los molinos, la necrópolis. También hemos visto unas fotos aéreas hechas por del intrépido Eleuterio Moreno en enero de 1997, año de inundaciones, que merecen ser estudiadas con tranquilidad.


Queda mucho trabajo y hay muchas ganas de hacer, el próximo sábado 26 de enero definiremos la salida al Prado, las visitas a las casas antiguas, nombraremos los apellidos más comunes de Villafranca en su historia y miraremos una posible salida a Atémpora. Y si nos queda tiempo, un poquito de arte. Gracias por vuestro interés y vuestra paciencia, gran grupo del Taller de Historia - La línea del Tiempo.
Aquí tienes la
presentación de hoy.





TALLER DE HISTORIA 6

sábado, 22 de diciembre de 2018

Fieles a su cita con la Historia, los miembros del Taller se han presentado puntuales para conocer y comentar los aspectos que conocemos del paso de la Ilustración por la Mancha y en especial por nuestro entorno. Sus ideas y la extracción de algunas de ellas por los monarcas absolutos del XVIII. España y sus relaciones marítimas con las colonias, los pueblos nuevos de colonización en Andalucía y el ejemplo próximo de San Carlos del Valle, las expediciones científicas como la Malaspina, la expedición filantrópica y médica de la vacuna de Balmis, el Canal del Gran Prior, las reformas de las iglesias parroquiales de Camuñas y de Villafranca, visadas por Juan de Villanueva, la influencia de ilustrados como el cardenal Lorenzana, el Infante Don Gabriel y el mismo Carlos III, nuestro primer cementerio y la primera iglesia cementerial (la ermita del Santo Cristo de Santa Ana), la construcción del malecón de y las dudas sobre el cauce del Amarguillo y el catastro del marqués de la Ensenada.
Una tarde plena de datos y de comentarios. Luis Oliver ha señalado la posibilidad de un tema interesante y transversal: la mujer villafranquera en la historia y las muchas veces que se ha hecho notar.
Los temas que hemos señalado para el próximo día 12 de enero son: Informe Oliver - Manrique sobre los nombres más utilizados en nuestro pueblo, las Relaciones de Felipe II y los datos que alumbran sobre la Villafranca del siglo XVI. Lectura de las conclusiones que elaboramos sobre la Ilustración en la Mancha, comentarios sobre la marcha del taller y propuestas de mejora.
La presentación de este día la tenéis
aquí.

 

 

 

 

TALLER DE HISTORIA 5

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El aguerrido grupo de amantes de la Historia ha vuelto a reunirse, desde aquí agradecemos la presencia de nuevas caras como Lucía, Mª del Carmen y José Manuel, la tarde ha vuelto a mostrar la intensidad de la Historia que se vive como parte de nuestro entorno.
Comenzó Mª del Carmen Comendador con un charla sobre el aprovechamiento del agua y los enfrentamientos legales entre los molineros y los explotadores de las lagunas. El curso del río Gigüela ha sido durante muchos siglos una zona de explotación económica. Lugar de molienda de cereales, de maquilas para la Orden de San Juan, de explotación de pesca y de carrizo para un pueblo curtido por el sol y las magras cosechas, dócil y acostumbrado a pagar impuestos a sus autoridades religiosas y civiles.
La segunda exposición fue sobre los apellidos propios de nuestra localidad. Félix Rullo demostró que conoce las sagas de nobles y pecheros villafranqueros durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Los Camuñas que antes eran García-Camuñas o los Valdepeñas de Jiménez Valdepeñas, los García-Zorro de Camuñas, los Gómez de Porras y Gómez de Matas, los hijos dalgo como Manrique, Álvarez de Lara, Valenzuela, López de Cervantes, Díaz de la Beldad, Sahagún. Mil posibilidades de intercambio de los apellidos, mil preguntas tuvo sobre el tema.
Por último, casi sin tiempo Félix Patiño mostró el avance de sus trabajos sobre el Catastro del marqués de la Ensenada, expuso los documentos que Luis Oliver ha conseguido del Archivo del Monasterio de San Lorenzo del Escorial sobre las Relaciones Histórico Geográficas de Felipe II, documento que ha prometdo leer primero Félix Rullo.
Quedó algo de tiempo para ver dos cortes de las películas: Esquilache y Un asunto Real que nos han servido para introducir el concepto de Despotismo Ilustrado.
Aquí quedamos para comenzar con este tema el próximo sábado 22 de diciembre a las 17:00 horas en la Casa de la Cultura, como siempre.

 

 

TALLER DE HISTORIA DÍA 4

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Hablamos cada vez más miembros. Hemos dedicado la tarde a completar el retrato de la administración y el paisaje de nuestro entorno en siglos pasados. Luis Oliver ha expuesto con pruebas de archivos las posibles primeras reuniones para hacer "la Mesta" el día de San Martín en nuestro pueblo donde se daban el turno de palabra llamando a cada persona "caballero". Ha mencionado las fuentes de dichas reuniones y quedó claro que necesitamos ahondar en este tema para verificar el apellido de Villafranca. Luis Miguel ha aportado fotografías del entorno del Pozo Velador y de escudos heráldicos del pueblo. Félix ha hablado de la forma de elección de los cargos públicos y oficios en la villa y todas las del Priorato, los procesos de insaculación cuatrienales del Prior y las desinsaculaciones anuales. Los cargos y sus poderes. Algún caso de deseo de ejercerlo y otros de declinarlo.
Hemos quedado en abundar en el tema de la Ilustración en Villafranca para la próxima reunión. Mientras tanto tenemos pendientes las aportaciones individuales siguientes:
- Escribir al menos una sentencia o frase con la enseñanza que el conocimiento de estos hechos nos ha dejado. Todos.
- Buscar referencias de cualquier tipo de: José Manuel Negrillo, pintor de mediados del XVIII; Las Relaciones de Felipe II para Villafranca; el Mesón más antiguo de este pueblo.
Aquí tienes la presentación de este día.

 

 

 

TALLER DE HISTORIA DÍA 3
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El comienzo de la andadura histórica de la puebla llamada Villafranca. Reconquista, repoblación de la llanura manchega, Orden Hospitalaria de San Juan, Cartas Pueblas que recogen derechos, privilegios, monopolios y quiñones. El andar de los pueblos de las tierras sanjuanistas que tienen sus razones económicas y humanas.
Un grupo de amantes de la historia se han vuelto a reunir para conocer, comentar y desmenuzar los hechos que conocemos. Analizamos una realidad pasada y extrapolamos hechos. Nos queda profundizar en este conocimiento a través de diferentes aspectos para la próxima reunión del sábado 24 de noviembre:
- ¿Por qué "de los Caballeros"? por Luis Oliver Mora
- ¿Qué sabemos del Velador? por Luis Miguel García
- La nobleza villafranquera y su heráldica por Félix Rullo (que será un sábado más adelante)
- Referencias del Mesón origen del pueblo. Tarea de todos
- Las elecciones de los cargos públicos municipales por Félix Patiño
Con estas tareas terminamos esta sesión.
Aquí disponemos de la presentación del día.

 

TALLER DE HISTORIA DÍA 2

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Avanzamos. Hemos tenido nuestra segunda reunión para la elección de los temas que podemos trabajar en el presente curso, los elegidos son:
- La Orden de San Juan de Jerusalén y en nacimiento de Villafranca de los Caballeros.
- La Ilustración llega a Villafranca: La desecación del Riato y la construcción del Malecón. La reforma de la Iglesia Parroquial. La salud pública.
- Una visita a la Iglesia Parroquial y los lugares con sabor histórico de Villafranca.
- Visitas a las casas antiguas.
- Los Villafranqueros y la Guerra de Cuba.
- La necróponis de Palomar de Pintado.
- La ermita de San Antón.
- El Cristo de Zalamea.
- La dehesa boyal de Villafranca.


Un breve recorrido por las menciones de los archivos más cercanos y accesibles y por los archivos digitales más conocidos ha servido de entrada para hablar del tema de la muerte y los entierros de nuestro pasado lejano. Algunos testamentos y apuntes de difuntos nos han servido para comentar las características de los funerales del XVII y del XVIII. Por último hemos seguido la implantación de los cementerios en nuestro pueblo.

Aquí tienes unos documentos que te pueden interesar:
- La presentación de esta sesión.
- Bibliografía para la historia de la Orden de San Juan.
- La aportación sobre la sanidad de Luis Oliver Morales.

Estas son las fechas de nuestras próximas sesiones, siempre a las 17:00 horas:
Noviembre 2017.- Sábados 17 y 24
Diciembre 2017.- Sábados 15 y 22
Enero 2018.- Sábados 12 y 26
Febrero 2018.- Sábados 16 y 23
Marzo 2018.- Sábados 9 y 23
Abril 2018.- Sábados 6 y 27
Mayo 2018.- Sábados 11 y 25
Junio 2018.- Sábados 1 y 15.

 

 

DÍA 1 TALLER DE HISTORIA

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Nace EL TALLER DE HISTORIA en Villafranca de la mano del Historiador Félix Patiño.

Objetivos:

a)     Construir un foro de discusión y análisis ciudadano desde todas las ópticas y opiniones posibles.

b)     Conocer básicamente los hechos fundamentales de historia para ser analizados y comentados por el grupo.

c)      Crear un método de análisis de hechos aceptando todas las opiniones.

d)     Redactar las lecciones que la historia nos da y que pueden ser aprovechadas en nuestro mundo.

e)     Vivir un buen rato con una buena compañía en torno al recuerdo de unos hechos que merecen conocerse.

Desde Villafranca se puede analizar la realidad y la historia del Mundo, de España y de nuestro pueblo en concreto. Con un grupo de personas interesadas por conocer su entorno analizando los hechos que han tenido especial relevancia en la historia local, española y mundial. 

PRESENTACIÓN:

Comenzamos.

Con una buena respuesta y con muy buena compañía. El aula a rebosar y dispuestos a estudiar y comentar nuestra historia. Félix Patiño ha presentado sus propuestas de actuación detallando la información que se puede encontrar en diferentes fuentes de información. Archivos oficiales y particulares, páginas web e informadores locales. Las preguntas han sido de aclaración para futuras citas y quedamos para el próximo sábado 27 de octubre en el mismo lugar a las 17:00 horas. Hemos confeccionado una lista de componentes del Grupo del Taller de Historia y en cuanto podamos formaremos el grupo de información telefónica. Gracias al Ayuntamiento, a la Concejalía de Cultura y al Grupo de Amigos del Patrimonio por su apoyo y su patrocinio, gracias por su asistencia a los amigos de Camuñas y de Alcázar de San Juan. Con la tarea de buscar fuentes históricas terminamos la sesión y esperamos que éste sea el principio de una larga y fructífera andadura.

Info presentación

Fuente: FelixPatiño

Félix Patiño

Tags: taller, historia, felix, patiño,

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